Las leyendas más increíbles de la Mezquita de Córdoba
En torno a la Mezquita de Córdoba han girado siempre multitud de leyendas, dichos y tradiciones populares, fomentados por ese halo de misterio y exotismo que el monumento desprende.
Los siglos de historia y las grandes personalidades que han pasado por la Mezquita, han contribuido a enriquecer este saber popular, que forma parte de la propia historia de Córdoba y de su Mezquita. Si quieres conocer cuáles son las más populares, sigue leyendo la recopilación que te hemos preparado.
La Leyenda del Ángel
Una de las leyendas más extendidas sobre la construcción de la Mezquita de Córdoba es la Leyenda del ángel. Según el relato, la Mezquita se construyó a tenor de una visión angelical que tuvo Abderramán I mientras dormía plácidamente en el Palacio de al-Ruzafa.
Así, al Emir se le apareció en sueños un ángel que le reprochaba toda la ayuda que Alá le había ofrecido. Pues Abderramán I fue el único superviviente de su estirpe que emigró de Damasco al al-Ándalus, y tras victoriosas batallas, acabó erigiéndose como emir de la esplendorosa Córdoba.
Es por ello que el ángel le preguntó: ¿qué has hecho tu por Alá?, ¿qué le has dado a cambio? A la mañana siguiente, el Emir se despertó con la idea de construir una de las mezquitas más grandiosas del mundo.
La leyenda del Cautivo
La Leyenda del Cautivo es una de las leyendas más conocidas que circulan en torno a la Mezquita de Córdoba. Según esta leyenda, un joven cristiano que trabajaba de hortelano se enamoró de una chica árabe que venía a comprar a su tienda. El chico le pidió que se casara con él, y ella prometió que se convertiría al cristianismo para ser su esposa.
Así, la chica lo tenía todo dispuesto para que se celebrara el enlace. Pero la noche en la que la joven iba a realizar el bautismo, unos soldados árabes la mataron y tiraron su cuerpo al río. También capturaron al hortelano, y lo ataron a una de las columnas de la mezquita.
Durante su cautiverio, y para no perder la fe, el hombre encadenado grabó con sus propias uñas una cruz sobre la columna de mármol, que podrás apreciar si realizas una de nuestras visitas guiadas a la Mezquita de Córdoba.
La Leyenda de la Fuente de Santa María
Según la tradición popular, la Fuente de Santa María, situada en el Patio de los Naranjos de la Mezquita de Córdoba, tiene propiedades sorprendentes.
Atendiendo a la leyenda, las mujeres solteras que beban del agua del caño de la Fuente de Santa María más próximo al Olivo que la custodia, conseguirán contraer matrimonio. Así, es una tradición entre las mujeres solteras de Córdoba beber de la fuente cuando desean casarse.
El túnel entre Medina Azahara y la Mezquita
Una leyenda muy extendida en torno Córdoba ha sido la existencia de un túnel subterráneo secreto que comunicaría la ciudad palatina de Medina Azahara con la Mezquita de Córdoba. No obstante, nunca se han encontrado restos del mismo.
Medina Azahara, situada a unos 8 km de Córdoba, ha sido designada por los estudiosos como la Versalles de la Edad Media. Se trataba de la nueva ciudad símbolo del Califa, gracias a la cual, junto con la Mezquita y otras obras de la ciudad, el Califato de Córdoba mostraba su poder. La ciudad fue destruida tan solo 100 años después de su fundación, en una guerra civil que supuso el fin del Califato de Córdoba.
Según la leyenda, el túnel que unía Medina Azahara con la Mezquita de Córdoba se construyó bajo la dinastía del califa Abderraman III, y permitía que el Califa fuera directamente desde la ciudad palatina de Medina Azahara a la Mezquita de Córdoba a caballo para realizar sus rezos diarios.
La columna del infierno
Entre las miles de columnas de la Mezquita de Córdoba, hay una protegida por una mampara que encierra otra de las leyendas populares que circulan en torno a la Mezquita de Córdoba. Según el relato, cuando la gente rasca la columna con una moneda en su superficie, desprende un desagradable olor a azufre.
Así, se fue difundiendo entre la población cordobesa el rumor de que la columna fue tallada en las entrañas del mismo infierno. Una leyenda que luego ha tenido su explicación científica. Según los investigadores, el olor desprendido por la columna es en realidad el producto de la reacción química que se produce al frotar un objeto metálico con ácido sulfúrico.
Columnas curativas
Otra de las leyendas que circulan sobre las columnas de la Mezquita de Córdoba es la referente a sus propiedades curativas.
Entre los cordobeses, se contaba que las columnas podían curar enfermedades, lo que motivó que algunos ciudadanos incluso arrancasen trozos de las mismas para llevárselos a sus casas.
La Leyenda del Buey
Una de las pocas leyendas de la Mezquita en las que el protagonista es un animal, es la leyenda del buey. Aunque no hay ninguna prueba que verifique su autenticidad, es un rumor muy extendido entre las gentes de Córdoba.
Según la leyenda, la escultura de un buey situada junto al púlpito de la Capilla Mayor tiene su origen en tiempos musulmanes. Así, la escultura del buey se esculpió en honor a un hermoso buey blanco, que fue utilizado para transportar las columnas de las obras de la Mezquita.
Al descargar la última de las columnas, el buey, exhausto, murió en el acto. Es por ello que se construiría la famosa escultura en su honor, a petición de su dueño.
La Leyenda de la Cadena de Oro
Hay en el mihrab de la Mezquita de Córdoba una gran cadena de oro, que cuelga sobre su techo. Se cuenta que, en sus tiempos más esplendorosos, la cadena de oro era tan larga que incluso daba vueltas sobre sí misma.
Según el relato, hoy en día es mucho más corta debido a los obispos que luego ocuparon el templo. Así, cada vez que los católicos necesitaban realizar algún arreglo o comprar algún bien, cortaban un trozo de esa cadena. Es por eso que a día de hoy la cadena de oro ni siquiera llega al suelo del Templo.